sábado, 29 de agosto de 2009

¿Cambios en el INDEC?

Pareciera que la dirigencia política no entiende las necesidades de la gente ni las prioridades y mientras la pobreza y la indigencia son verdaderos flagelos de por sí y que, a su vez, traen aparejados otros y además vemos con preocupación el crecimiento de la desocupación, encontramos a la dirigencia reclamando por el INDEC. Pero ¿nos extrañaría mucho si en un barco perdido en el océano con la prioridad de alcanzar la costa el capitán se concentrara en reparar la brújula que está funcionando mal?
Combatir la pobreza, desterrar la indigencia y el hambre, sobre todo en la niñez requiere de planes sociales efectivos y éstos requieren un cómputo fiable de la cantidad de pobres e indigentes. Combatir la desocupación requiere entre otras cosas lograr más y mejores inversiones que generen trabajo y detener la fuga enorme de divisas actual, ambas necesitan un shock de confianza del cual el lograr un INDEC sano, eficiente y que no mienta, es el primer paso necesario.
En la Justicia nadie puede juzgarse a sí mismo, en las empresas el mismo principio rige para los controles de calidad, en las normas de Buenas Prácticas de Fabricación (obligatorias para industrias tan sensibles como la Alimenticia, Farmacéutica o Cosmética, en las cuales los productos van en contacto directo con el ser humano), el Jefe de Control de Calidad no puede depender del Área de Producción, si una empresa observada por el auditor de un ente regulador porque su Jefe de Control de Calidad depende del Jefe de Producción dijera: bueno, a partir de ahora cambiamos, ahora el Jefe de Control de Calidad depende del Gerente de Producción. El auditor les contestaría: ¿ustedes son estúpidos o se hacen?, no puede depender de Producción, ni del Jefe, ni del Gerente ni del Cadete, ni de ninguno. Y clausuraría la empresa. Es así de serio.
El INDEC controla la calidad de los datos que generan las políticas del Poder Ejecutivo, por lo tanto NO PUEDE DEPENDER DEL PODER EJECUTIVO, no de Moreno, ni del Ministerio de Economía, ni de Presidencia de la Nación, NINGUNO. Cualquier otro cambio hace que la sospecha de “dibujo” de los datos sea permanente.
Se podría argumentar que antes dependía y andaba bien, lo cual tal vez sea cierto, pero ya que debe realizarse un cambio por todo lo mencionado arriba, el cambio debe ser en la dirección correcta, esto es: el INDEC debe ser Autárquico con Control Parlamentario, cualquier otro cambio sólo será cosmético y no servirá para luchar contra los problemas más afligentes: el hambre infantil, la desocupación. Para los que no encuentren intencionalidad en el cambio cosmético actual, no está demás recordar que durante los gobiernos de la pareja gobernante estuvo cajoneado el proyecto de Ingreso Universal para la Niñez con un Congreso absolutamente dominado por un gobierno que dice representar y privilegiar a los más humildes. Quizás un dato que pueda dar a conocer un INDEC renovado en la dirección correcta: ¿cuánto se gasta en la Argentina per cápita en planes sociales y cuánto en Brasil?, sería muy interesante saber este dato para compararnos con un país en el cual el Hambre Cero del gobierno resultó efectivo.