jueves, 29 de julio de 2010

Segundo Principio: Liderazgo

Este principio quizás es uno en los que más diferencia encuentro entre su aplicación a las empresas y organizaciones y su aplicación a la política y quizás esto sea más por un punto de vista personal que por algo técnicamente estricto: se dice en las organizaciones que "los líderes establecen la unidad de propósito y la orientación de la dirección de la organización. Ello deberían crear y mantener un ambiente interno en el cual el personal pueda llegar a involucrarse totalmente en el logro de los objetivos de la organización". Esto es muy esquemático y en política me parece que el liderazgo es algo mucho menos esquemático: el líder tiene una visión que siente superior a cualquier otra cosa incluso a sus propios intereses y, a menudo, a su propia vida. No necesariamente se trata de organizaciones, muchas veces los líderes auténticos aglutinan sin necesidad de una organización, para llegar al poder Mahatma Ghandi debió contar con un partido político, pero su lucha fue superior a una organización específica, convocó a todo un pueblo, Luther King hizo otro tanto y sus objetivos no tenían nada que ver con dirigir, conquistar poder o algo por el estilo. Hay liderazgos positivos y negativos: también hay líderes que por impulsos negativos (odio, venganza, bronca) pueden llevar a una multitud a linchar a alguien. Pero básicamente no se trata en política del sofisticado liderazgo de la empresa: no se necesitan grandes capacidades de comunicación, carisma, habilidades de conducción: un sordomudo puede ser líder, lo que se necesita es un Motivo fuerte y que el líder lo entienda superior a sus propios intereses y esté dispuesto a sacrificar su comodidad con tal de llevar adelante esa lucha y en esto coincido con los que dicen que no cualquiera es líder, pero no es innato, no es genético, es cuestión de voluntad: hay que Querer Ser Líder, estar dispuesto a perder trabajo, familia, comodidades y hasta la vida por una CAUSA. Esto, por supuesto, no tiene sentido en la empresa donde se "contrata líderes" (aunque tengo mis dudas al respecto). El verdadero líder deja de serlo cuando comienza a luchar por mantener el poder: Fidel Castro fue líder de la Revolución Cubana, dejó de serlo al asumir el poder a perpetuidad, de líder pasó a ser Caudillo (no es lo mismo, como no es lo mismo ser líder o dirigente). Moisés fue líder, la Causa fue mayor que él y no asumió roles dirigentes ni políticos ni religiosos, tampoco Jesucristo o Buda, que fueron grandes líderes. También Espartaco fue líder y su lucha contra la esclavitud también fue superior a él mismo.
El verdadero LÍDER, además de su causa tiene otra Misión: formar líderes.
El resto, en mayor o menor medida y dentro de nuestras posibilidades podemos seguir a un líder y liderar también en tanto lo que busquemos sean propósitos verdaderamente positivos:
* Protección de la Vida como Primera Prioridad
* Igualdad de Oportunidades para Todos
* Transparencia y Control de las actividades de los Poderes Públicos
Estos principios incluyen otros (la protección de la vida incluye la seguridad, pero también asegurar la alimentación a todos y luchar por que todos superen la línea de pobreza y que no exista indigencia, entre otras cosas). Lo importante para los líderes es tener una visión, una causa que los movilice más allá de la incomodidad, el desgaste y aún el riesgo que significa una lucha muchas veces desigual contra poderes que no tienen el menor interés en lograr condiciones de igualdad, contra organizaciones criminales cuyo interés es tener dinero y poder a través de actividades como el tráfico de drogas, de personas, etc. No es fácil la vida del líder, por eso muchos se autoproclaman líderes, pero hay que querer ser realmente líder y "bancarse" lo que eso significa, además el verdadero Líder quiere que se cumplan los objetivos, no él asumir la Presidencia para que se cumplan, el verdadero Líder está contento si se logra su visión aunque él no sea el protagonista: Mandela dejó la presidencia, pero sigue siendo el líder indiscutido en su lucha por la igualdad. Juan Carr es un verdadero líder y no aspira a ningún puesto político.
Reconozcamos a los líderes su sacrificio cuando las Causas son positivas (como las mencionadas arriba) y lideremos en nuestra medida, con el módico sacrificio que podamos hacer (dar parte de nuestro tiempo a la militancia en política, en organizaciones benéficas, en actividades solidarias, en averiguar y controlar qué hacen nuestros representantes políticos, sindicales, etc.). Tengamos en cuenta esto: el País y el Pueblo van a progresar y mejorar mucho más si todos somos pequeños líderes y hacemos nuestra parte que si contamos con un gran líder, por bueno que sea.