sábado, 19 de septiembre de 2009

Ideologías: ¿existen?

Algunos postulan que las ideologías han muerto y otros, que niegan esto enfáticamente, en muchos casos son una prueba palmaria de lo mismo, por eso creo interesante pensar sobre el tema.
Hay bastante confusión al respecto y muchas veces se confunden ideas directrices con metodologías, medios con fines, los objetivos con los métodos para lograrlos. Por eso las ideologías han cambiado mucho con el tiempo y la evolución de los conocimientos.
Hoy en día se cuenta con conocimientos antropológicos que desmienten las bases del pensamiento filosófico de los creadores de muchas de las ideologías reinantes durante décadas, la teoría de la evolución está bastante distante de lo que fuera el enunciado original de Darwin y, mucho más, del aprovechamiento que hicieran los conservadores de la misma en forma de determinismo evolutivo. Actualmente sería muy difícil escuchar a alguien decir públicamente que aquellos que nacieron en ambientes menos favorecidos, en situación de pobreza, están en esas condiciones por deseo de la Naturaleza o de Dios y por lo tanto no debe hacerse nada para modificar esa situación; es más, algo que en otras épocas era impensable: escuchar al titular de la Sociedad Rural Argentina preocupado por la pobreza.
Para empezar a clarificar el tema creo que hay que comenzar por las ideas directrices:
* Considerar que todos tienen los mismos derechos y merecen las mismas oportunidades
* Considerar que todos tienen derecho a las libertades fundamentales y libertades que no afecten a los derechos de los demás
* Considerar la vida como derecho supremo y prioritario por sobre los demás
* Considerar que cuando decimos todos es TODOS, donde todos somos iguales en derechos y no hay algunos "más iguales" que otros
Si se tiene esto en mente podemos ver que pocos rechazarían estos principios, al menos públicamente (a menos que quieran cometer un "sincericidio"), ya que ningún político que quiera ser votado podría decir que los pobres e indigentes están bien así y tienen que seguir siéndolo, por poner un ejemplo.
Entonces, si los principios son comunes, lo que varía en muchos casos es la opinión respecto de los métodos, por ejemplo, cuál es la metodología para lograr un crecimiento del empleo en el país; siendo entonces que las antiguas ideologías han sido remplazadas por diferentes recetas para curar un mismo mal. Si lo que cambia son las recetas, lo que se necesita es un amplio y sincero debate de los pros y contras de cada metodología, que contraindicaciones tiene cada receta y que efectos secundarios produce. Además, una vez que un gobierno aplica una receta durante un tiempo y el efecto no es el esperado o los daños colaterales son mayores que los resultados positivos, debería tener, dentro de su misma plataforma, la posibilidad de cambiar de receta o, lo que es mejor, un mecanismo de consulta y consenso para acordar una nueva receta a aplicar.
Entonces, en lugar de ceñirse a ideologías cristalizadas, lo importante es generar posibilidades de discusión amplia que permitan llegar con facilidad y transparencia a la solución de los problemas que impiden la realización de los postulados generales que mencionamos arriba.

2 comentarios:

  1. NO les conviene el disenso.

    ResponderEliminar
  2. Depende de lo que entendamos por conveniencia, si es la de miras cortas y para retener un poder más allá de la legitimidad, coincido, pero si se tiene en mente algo más profundo y duradero, el disenso nos permite aprender y mejorarnos. Un problema bastante difundido es tomar la política como competencia deportiva o guerra, donde hay que ganarle sí o sí al otro. En realidad la política es la búsqueda del bien COMÚN cuanto más común a más gente, mejor y a esto el disenso ayuda.

    ResponderEliminar